El.
- Jose Eleazar Betancourt F.
- 20 nov 2022
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 21 nov 2022

El dejó su país por necesidad.
No solo dejó su país, él dejó su casa, su familia, sus amigos. Él dejó su vida y se fue.
Llegó a un país lleno de sueños, lleno de expectativas, pero nadie le dijo que el derecho a piso tiene un precio muy alto, nadie le dijo que la angustia y el estrés, se uniría a la nostalgia y le harían añicos el corazón.
Nadie le dijo que su nombre cambiaría y en su documento claramente se leería Extranjero, que regresar a su casa al finalizar su jornada no iba hacer posible, que tendría que abrazar fuerte la almohada cuando tuviese ganas de abrazar a sus hijos, que tendría las sesiones más larga con su psicólogo intrapersonal, que usaría para el más seguido el dicho "Hay que tirar pa' Lante, no tengo de otra".
Su vida se convirtió en un Zig zag de altos y bajos, aprendió andar con poco equipaje ya que se mudaba seguido, aprendió a vivir un día a la vez y en su mente y corazón teniendo a los suyos.
Aún llora, aún la nostalgia puede con él, aunque es un hombre más fuerte, aún llora, pero a nadie el le dice.
Nadie le dijo que trabajaría más de 12 horas, que dormiría poco, que tendría que aprender ahorrar cada peso que a sus manos llegaba, que un día sin producir le costaría el doble.
Cuando le preguntes que si se siente bien en este país prepárate a escuchar que si, que es un país hermoso, que le abrió las puertas a un sin fin de oportunidades, el la está pasando mal pero entendió también que vivir agradecido le funciona más que estar quejándose y se callara todo eso Que Nadie le Dijo.
Lo veo siempre y trato de animarlo, nunca está demás una palabra de aliento para alguien que se está exigiendo el 101% para no tirar la toalla, no le tengo lastima, el tampoco quiere que se la tenga nadie, él en su mente y corazón sabe que lo va a lograr, solo tiene que mantenerse de pies para ponerle ganas un dia mas.
Pero cuando le escucho llorar le pregunta a Dios ¿Por qué nadie le dijo?, luego le escucho responderse a si mismo secandose las lagrimas - Estas haciendo la pregunta mal tonto -.
No es ¿Por qué? es ¿Para que?, luego sale como si nada y sonriendo pero se que dentro de él libra un batalla muy fuerte. Hoy a la vuelta lo vere nuevamente, quedamos en vernos en el espejo de siempre.
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